Mientras que desde distintos ámbitos se está trabajando para mejorar y ampliar la iluminación de nuestro Patrimonio Monumental, aparecen los amigos de lo ajeno, que con total impunidad, nocturnidad y alevosía, se permiten con toda la tranquilidad del mundo, primero el mes pasado y ahora en este fin de semana, en el paseo de la ronda exterior del Castillo:
1. Quitar los tornillos de las bases de los postes de los focos,
2. Tirar los postes al suelo,
3. Desmontar los cables, "dejándolos al aire" (con el consiguiente peligro para el que pueda pasar por allí), para posteriormente llevarse los focos que tan espléndidamente iluminaban la parte trasera del Castillo, privándonos a todos los ciudadanos, hasta no se sabe cuando, de esta espléndida vista que resaltaba su belleza desde la Autovía de la zona norte Arévalo.
1. Quitar los tornillos de las bases de los postes de los focos,
2. Tirar los postes al suelo,
3. Desmontar los cables, "dejándolos al aire" (con el consiguiente peligro para el que pueda pasar por allí), para posteriormente llevarse los focos que tan espléndidamente iluminaban la parte trasera del Castillo, privándonos a todos los ciudadanos, hasta no se sabe cuando, de esta espléndida vista que resaltaba su belleza desde la Autovía de la zona norte Arévalo.
(de Objetivo Alameda)